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Buenaventura Cádiz Patiño

Nacido en el Puerto de San Antonio, el lunes 11 de noviembre de 1844, ingresa a las filas tercerinas en diciembre de 1863, bajo el registro número 152 del Cuerpo y el número 52 de la Compañía, integrando así la lista de voluntarios fundadores de nuestra Tercera, con apenas 19 años de edad.

El Bombero Cádiz, de destacado espíritu filántropo y progresista, pronto comienza a destacar entre sus pares, quienes lo eligen en variadas ocasiones como Ayudante, Teniente Segundo, Teniente Primero, Capitán, Director, y a nivel institucional, como Vicesuperintendente.

En 1875, se le otorga el Tercer Premio del Directorio. Seguido a esto, con la creación del Cuerpo de Bomberos Armados para el conflicto de 1879, es electo como su Capitán, a continuación, es nombrado como Delegado de la Intendencia General del Ejército de Chile, aún en la Guerra del Pacífico, donde a él y sus hombres, se les reconoce por el verdadero patriotismo mostrado en el cumplimiento de sus labores durante la expedición a Lima.

En 1880, es condecorado con el Premio Municipal “A los Salvadores del Cuartel de Artillería”; En 1883, el Quinto Premio de la Tercera y algunos años más tarde, el Broche de Oro por sus 35 años de servicio.

Buenaventura Cádiz fue iniciado en la Respetable Logia Deber y Constancia N°7 el 24 de marzo de 1871, en lo que es el comienzo de una prodigiosa vida masónica. Se registra su nombre entre los fundadores de “Verdad” N°10 y de “Regeneración” N°20, también como miembro del Consejo del Gran Maestro de Chile y como Diputado de “Justicia y Libertad” N°5. Es electo Gran Orador de la Gran Logia de Chile para el período 1900-1903.

El 28 de mayo de 1897, el Supremo Consejo para Chile, le concede el Grado XXXIII° y por decisión unánime, se le otorga el cargo de Gran Secretario.

En 1900, se le describe como un “empleado en el alto comercio de Valparaíso, hombre de extensa ilustración, que, por sus condiciones morales e intelectuales y la pureza de su vida, hace altísimo honor al Supremo Consejo al que pertenece”.

El 6 de mayo de 1902, es designado como Gran Maestro Adjunto, decisión que es ratificada el día 23 de mayo donde se le nombra Serenísimo Gran Maestro en título, cargo en que es reelecto por sus hermanos el día 6 de junio de 1906.

Durante su Gran Maestría, se produce el único gran cisma que ha azotado a la Orden durante su existencia. Este hecho, que incluyó la ocupación del Club de la República, trizó fuertemente las relaciones fraternales al interior de la Masonería chilena, sin embargo, este triste episodio fue superado con el concurso de su ejemplar dirección, fortaleza y sabiduría.

El terremoto de Valparaíso en 1906, ocasionó un violento incendio que destruyó gran parte del Templo Masónico de calle Victoria y de la propiedad inmediatamente adjunta, donde vivía el Jefe de la Francmasonería chilena. Esto, lo llevo junto a su familia y cientos de otras familias porteñas, a vivir en un improvisado campamento en la Plaza Victoria, donde contrajo una grave afección de salud que finalmente le cuesta la vida.

El Bombero Tercerino y Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, deja de existir el día 15 de septiembre de 1906, dejando así un gran legado en las dos instituciones que sirvió con fervor, su Tercera Compañía y la Masonería Chilena.

Maximiliano A. Echeverría Bertolone
Secretario

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