1931: Guardia del Orden

En un ambiente político convulsionado por la dimisión de la presidencia del General Carlos Ibáñez del Campo, luego de verse presionado por la renuncia completa de sus ministros, a eso sumarle las manifestaciones de la calle que trajo consigo victimas fatales a causa de la represión. Asumió de manera provisoria el presidente del Senado Pedro Opaso Letelier, quien nombro como ministro del Interior al Radical Juan Esteban Montero. Dado el ambiente imperante en la ciudad, la comandancia dispuso de la supresión de la alarma de incendio por medio de campanas y sirenas, como también se solicitó reforzar las guardias nocturnas de las distintas compañías.

Tal como se consigna en nuestro libro de guardia:

En esta situación de agitación popular y dado que el cuerpo de carabineros tuvo que recogerse a sus cuarteles a fin de evitar mayores males a la ciudad. La ciudad quedaba desprovista de fuerzas de orden encargadas de salvaguardar su seguridad. En este escenario es que la noche del 26 de Julio de 1931, fue requerido el cuerpo por la autoridad militar de la plaza para que tomara las riendas de la situación de la capital hasta que se pudiera reestablecer el servicio de carabineros; y el cuerpo acudió al llamado que se le estaba solicitando para acudir otra vez en ayuda de la tranquilidad y el orden público. El comandante don Alfredo Santamaria, el que luego sería nombrado alcalde de la ciudad por el gobierno provisorio entre el 30 de Julio de 1931 y el 4 de junio de 1932, siendo el único en ejercer el cargo de alcalde y comandante de manera simultánea.  Tomo la tarea de organizar la nueva guardia del orden y de esta manera salían a las calles bomberos armados de carabinas. Este servicio se prolongó por 5 días, desde las diez de la noche hasta las ocho de la mañana. Esto es lo que queda registrado en nuestro libro de guardia:

La labor realizada por el cuerpo de bomberos de Santiago quedo consignada de esta manera en los diarios de la época:

*El Mercurio*

La ciudad fue patrullada anoche por los bomberos. Los voluntarios armados de carabinas vigilaron los sectores correspondientes a cada compañía.

Debido a las disposiciones tomadas en el sentido de no sacar la tropa de carabineros a la calle durante la noche, el cuerpo de bomberos, como lo ha hecho en otras ocasiones, ofreció su concurso para hacer servicio de vigilancia y resguardo del orden en la ciudad.

Este ofrecimiento fue aceptado por el intendente de la provincia, señor Julio Bustamante, quien dio las instrucciones para que se proporcionaren a la comandancia del cuerpo, las armas y municiones necesarias.

Fue así que desde las 12 de la noche el cuidado de la ciudad estuvo entregado a los bomberos que patrullaron sus respectivos sectores armados de carabinas. Contaron además con un servicio de urgencia de automóviles, ofrecidos por los mismos voluntarios.

Los sectores se distribuyeron de la siguiente forma:

• 1ª Cía. Av. Vicuña Mackenna
• 2ª Cía. Av. Independencia
• 3ª Cía. Maipú
• 4ª Cía. Plaza Italia
• 5ª Cía. Av. Matta
• 6ª Cía. Parque Forestal
• 7ª Cía. San Diego desde Matta al Sanjón de la Aguada
• 8ª Cía. Av. Recoleta
• 9ª Cía. San Pablo, Brasil, Lourdes
• 10ª Cía. San Diego hasta Av. Matta
• 11ª Cía. Exposición
• 12ª Cía. Estación Central

Las avenidas y calles nombradas constituyen el centro de cada uno de los radios fijados por la comandancia y el servicio estuvo dirigido por los comandantes Señores Santa María, Llona y Núñez.

*Diario el Ilustrado*

Digno de aplauso ha sido la labor desarrollada por el cuerpo de bomberos de Santiago en los momentos pasados, en que elementos mal inspirados pretendían perturbar la tranquilidad publica, algunos intencionadamente, queriendo con esto dar a comprender la necesidad de opresión al régimen caído.

Los bomberos, incansables protectores de la propiedad ajena, con gesto altruista y de amor a la patria, ofrecieron espontáneamente sus servicios, haciendo de policías mientras continuaba el acuartelamiento del cuerpo de carabineros, tomando como radio los barrios más apartados y peligrosos de la ciudad: lograron, con su presencia, mantener el orden y con su significado, dar a comprender, que el tratarse de la paz que necesita nuestro país para su pronto resurgimiento, cada chileno debe ser un policía; cada patriota, un carabinero.

Solo los que han mirado de cerca esta guardia nocturna, los que conocen los deberes particulares de estos abnegados voluntarios, pueden comprender el inmenso sacrificio que esto les significaba, y que recibían sonrientes, con los ojos muy abiertos, al fin que perseguían.

Alla en el tiempo de las persecuciones cristianas, hubo quienes murieron atormentados por los martirios del fuego en defensa de sus convicciones, siempre con la aspiración de tener como recompensa el cielo prometido… ¡Como podríamos llamar, entonces, a seres que desinteresadamente afrontan el peligro de morir quemados, en defensa de lo que no es suyo, inspirados solo en sentimientos de abnegación!

¡Bomberos! Vuestra labor no va a pasar inadvertida esta vez, aunque os desagrade. Vuestra actitud, valiente y desinteresada, ha de ser escrita con letras de oro sobre las páginas de la historia, para orgullo de vuestra institución y para ejemplo de todos los países de la América Hispana.

Reyes Valledor.

Agradecimiento del Gobierno al superintendente de Bomberos

El vicepresidente de la república y el ministro del interior, enviaron ayer la comunicación que transcribimos al superintendente del cuerpo de bomberos, señor José Alberto bravo, en la que se le felicita y agradece por parte del gobierno, la abnegación y patriotismo de los miembros del cuerpo, en los últimos sucesos:

Es nuestro deber recordar como nuestros antepasados han realizado tareas ajenas al normal servicio, pero siempre que estas tareas estén alineadas con salvaguardar la tranquilidad de sus ciudadanos, ahí estará el cuerpo de bomberos de Santiago para ayudar a la patria.

Leído en Sesión de Compañía del 23 de julio de 2020, por el Voluntario Activo Sebastián Verdugo Veloso.