Rafael Ramírez Salas

Mártir Caído en Acto de Servicio el 19 de Marzo de 1887

17 DE MARZO DE 1887 Al mediodía se declaraba un violento incendio en la calle de San Miguel (actual Cumming), a corta distancia de la Alameda. Johnson y Ramírez trasladaron, junto a otros tercerinos, la bomba a palancas desde el cuartel de calle Santo Domingo hasta el lugar del incendio. Armados los pitones, los tercerinos penetraron el interior del edificio, colocándose en la vanguardia los jóvenes Johnson, Ramírez y Cato. Tras una hora de rudo combate, el Comandante don Emiliano Llona daba la retirada a las compañías, dejando de guardia en el lugar a la Tercera y Octava. El pitón tercerino, instalado en un estrecho patio, finalizaba su labor de remoción de escombros, cuando de pronto se desploma uno de los murallones de la construcción, cubriéndolo todo de humo, polvo y gritos. Los voluntarios remueven con sus manos los escombros y logran rescatar los destrozados cuerpos de Luis Johnson y Rafael Ramírez.Llegan más bomberos al rescate y, tras agotador trabajo, extraen el cuerpo inmóvil de Víctor Cato. Johnson sonreía en medio de su dolor. No parece ser el más grave, pero el examen médico demuestra que tiene graves lesiones en los intestinos, pulmones y pierna izquierda. Ramírez tiene fracturas múltiples en la pierna derecha, brazo izquierdo y numerosas costillas quebradas. Cato, con su rostro totalmente desfigurado, presenta graves heridas en todo el cuerpo, temiéndose por su vida. Dos días más tarde, el 19 de marzo, fallecían casi a la misma hora Luis Johnson y Rafael Ramírez, en medio del dolor de sus compañeros y el desamparo de sus familias. Víctor Cato, el más grave, el más destruido, sobrevivirá hasta el 1° de septiembre de 1896, nueve años más tarde.

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